NO es gracioso como algunas personas entienden que pueden esperar sentados a que sus metas se logren. Unos cuantos nunca han intentado caminar hacia ellas, otros se encontraron con algún obstáculo y en lugar de patearlo, saltarlo o cruzarlo como se pudiera y seguir, se han quedado allí esperando que alguien les tome de la mano y les guíe por el resto del camino.
Lamentablemente, por más amigos y familiares que tengamos, muchos de nuestros caminos tendremos que caminarlos solos y si no somos lo suficientemente valientes para enfrentar los malos ratos, nunca llegaremos al final.
Si por alguna razón has llegado a una parte del camino que ya no sabes cómo abordar, siempre habrá otros caminos cercanos a los que podrás pasar y puede que se te hagan más fácil de cruzar, sólo tendrías que familiarizarte con el nuevo paisaje. :)
De todas formas, nunca dejes de caminar, no importa lo que pase, porque aunque algunas personas se tomarán un momento de su carrera y querrán animarte, no muchos estarán dispuestos a tomarte de la mano o empujarte por la espalda para ayudarte a llegar.
Camina sin parar hasta lograr lo que quieres y recuerda que Dios cuida de ti en todo momento, hasta cuando aparece un abismo en el medio del camino y, si caminas siempre de acuerdo a Su voluntad, Él nunca te dejará caer.