NO es gracioso como algunas personas entienden que pueden esperar sentados a que sus metas se logren. Unos cuantos nunca han intentado caminar hacia ellas, otros se encontraron con algún obstáculo y en lugar de patearlo, saltarlo o cruzarlo como se pudiera y seguir, se han quedado allí esperando que alguien les tome de la mano y les guíe por el resto del camino.

Lamentablemente, por más amigos y familiares que tengamos, muchos de nuestros caminos tendremos que caminarlos solos y si no somos lo suficientemente valientes para enfrentar los malos ratos, nunca llegaremos al final. 
Si por alguna razón has llegado a una parte del camino que ya no sabes cómo abordar, siempre habrá otros caminos cercanos a los que podrás pasar y puede que se te hagan más fácil de cruzar, sólo tendrías que familiarizarte con el nuevo paisaje. :)
De todas formas, nunca dejes de caminar, no importa lo que pase, porque aunque algunas personas se tomarán un momento de su carrera y querrán animarte, no muchos estarán dispuestos a tomarte de la mano o empujarte por la espalda para ayudarte a llegar.
Camina sin parar hasta lograr lo que quieres y recuerda que Dios cuida de ti en todo momento, hasta cuando aparece un abismo en el medio del camino y, si caminas siempre de acuerdo a Su voluntad, Él nunca te dejará caer.


Ayer escuché un fragmento de un audiolibro que decía que somos los que imposibilitamos nuestra propia felicidad cuando buscamos pretextos para no hacer exactamente lo que queremos y no estar exactamente donde nos gustaría. El autor decía que una de las formas en que nos quedamos estancados justo donde estamos [sin querer exactamente estar ahí] es "siendo" conformes con lo que tenemos con las excusas de que "al menos tengo algo, hay otros que están peor" o, como dice un famoso dicho, "es mejor malo conocido que bueno por conocer", de modo que nos auto-negamos la posibilidad de vivir nuestros sueños. Otra forma muy usada es echarle la culpa a alguien más por lo que dejamos que pase con nosotros: "Yo quería ser esto, pero mi familia nunca me apoya.", "Me gusta viajar, pero no puedo, porque mis se llevan todo mi tiempo.", "Quería tener un negocio, pero mi marido no quiere trabajar en ello.".

Luego me quedé un rato pensando en todas las cosas que he querido hacer en la vida y que, si vuelvo en mi mente a ese/esos momento/s, SÉ que habría podido hacerlo, sólo requería un poco más de mi esfuerzo y dedicación; si necesitaba dinero, podía usar mis habilidades manuales [por ejemplo] para ganarlo, si necesitaba tiempo, podía ordenar mis actividades. A veces queremos hacer algo y como en el momento exacto no podemos, simplemente tachamos ese deseo y seguimos con nuestras vidas monótonas y vacías: ERROR. Si hacemos así con todas las cosas y las tachamos o las "dejamos para después, cuando haya dinero y tiempo" llegaremos a una edad algo tarde en que REALMENTE no tendremos tiempo o la capacidad física que requieren algunas actividades. Otro ejemplo que ponía el autor era el de las relaciones interpersonales [y vaya que fue triste oírlo y pensar "es totalmente cierto"] en que las personas se perjudican una a la otra pero piensan "no voy a encontrar otra persona que me entienda, aunque tenga que aguantar lo demás, me quedo con esta" o algo como "si termino esta relación que A VECES va bien, tal vez nunca sea ni un poquito feliz con nadie más".
Sólo nosotros decidimos que tan bien o mal nos va en la vida, todo depende de las decisiones que tomamos, de la paciencia que tengamos y de cuan importante es para nosotros alcanzar algún objetivo. No hay que esperar a que se termine lo que tenemos, por su propia cuenta, cuando en nuestras manos está dejarlo y buscar algo mejor [o no...]. LLEGAR a donde queremos está en las ganas que pongamos al correr hacia nuestra meta.



Hace unos días leí en algún lugar esta corta pero intensa frase: Esperar es sufrir. Y me di cuenta de que no sufro demasiado esperando porque, por lo general, todo pasa muy rápido a mi alrededor y normalmente culpo al mundo que me rodea por ello pero lo pensé por un momento, después de leer la frase, y me dije a mi misma: ESE es tu problema; eres demasiado impaciente. No sabes esperar.

Esperar no se trata exactamente de estar convencido de que va a llegar 'algo' y saber que cualquier cajita que ponen a tu lado, pero que aún no te entregan, puede contener eso que esperas. Si piensas así, entonces te desesperas y destapas todo para al final tener que seguir esperando porque ninguna era la tuya y vas a haber arruinado las cajitas que estaban destinadas a otras personas.

Esperar es mejor cuando te olvidas de que estás esperando, disfrutas cada segundo de tu vida, cada respiro, cada sueño, cada cosita que te rodea y das todo de ti para que todo funcione bien. Saber esperar es poder sonreír, amar, dar, vivir y olvidar que se nos da algo a cambio de lo que damos. Para quien sabe esperar, el tiempo no significa nada. Quien sabe esperar no espera nada.

Esperar es sufrir, pero estoy segura de que no hay que sufrir esperando. ^^


"Enjoy the little things in life, for one day you'll look back and realize they were big things."

Ciertamente este verbo guarda una marcadísima ambivalencia, olvidar puede ser un don divino como puede ser un defecto inminente. El olvidar va de la mano con la acción, el hecho, la persona y la circunstancia.


Olvidar cuando un hermano nos pide perdón por una falta, un ser amado nos lastima sin intención, nos hemos fallado a nosotros mismos y queremos empezar de nuevo, cuando el pasado es doloroso y afecta nuestro presente y futuro, cuando tomamos una decisión y nos persigue el "¿Qué tal si...?"...en estos casos es una cualidad valiosísima para quien la posee, ya que permite la superación personal, la supervivencia de una relación y la tranquilidad con el propio yo.

Sin embargo que tal cuando ese olvido es descuidado, cuando por el se dejan de lado cosas importantes para las personas que amamos, nosotros mismos...cuando olvidamos un cumpleaños, fechas importantes, algún favor, compromiso, lo que hemos y nos hemos prometido....es horrible entonces la conjugación y mención de este verbo. ¿Significará en estos casos la falta de interés?, ¿falta de importancia para quien olvida?, ¿olvido selectivo?, ¿despiste?, ¿un error aceptable?, ¿muchos de ellos?...dejando de lado las causas patológicas como el Alzheimer...no debe haber solo una causa única...sería muy sencillo.

Hay personas que se pueden ubicar fácilmente en uno de estos grupos, mientras habemos otros que no logramos ser tan etiquetables a la hora de olvidar...tenemos la dicha de crecer por ser incapaces de guardar rencor, más somos miserables al ser capaces de olvidar cosas que nos son de gran importancia ( lo que descarta la pregunta de la falta de importancia, porque puedo asegurar importa ), solo quisiera descubrir la forma de sentir que el egoísmo, la incapacidad, la idiotez, entre otros, no son parte de esta historia...

De todos modos, los que somos parte de ese segundo grupo, no podemos quedarnos sentados esperando la respuesta, es hora de ejercitar nuestra capacidad y demostrar que si aún no lo logramos no es por falta de esfuerzo...aunque se podrá sentirse la falta de algo...

Aún así, considero que los que no califican en el primer grupo, deben revisarse muchísimo mas profundamente, porque se no entiendo mucho del amor todavía, pero si este de verdad existe somos capaces de olvidar...creo que dudaría más de un amor que no puede olvidar ( incluyendo perdonar ) a uno que olvide algún que otro detalle ( claro que la frecuencia y detalle exacto debe ser tomado en cuenta )...

Olvidar para muchos puede ser lo más difícil que alguna vez harán...o lograrán...mientras para otros puede ser demasiado natural...no hay dos personas iguales, cada cual tiene su forma, sin embargo es importante hallar un balance...

Me encantaría leer ( iba a poner escuchar, imposible eh :P ) lo que opinan sobre el tema, algo complicado eh...

V♥


Me sentía muy triste y me dejé caer en el llanto; mis decepciones ahogadas salieron con orgullo, y hasta dejaron un rastro de su hazaña; el dolor que reprimía decidió seguir dicho rastro y saltar de mis ojos a un abismo alentador; las dudas, que nunca se aclararán, oyeron desde mi interior lo bueno que se sentía estar afuera y no pensaron en las consecuencias antes de salir, brillantes y llamativas; el amor, que fue olvidado, corrió sin invitación, y recordó en el camino que no la necesitaba...


...lloré, y por un buen rato dejé mis emociones bailar en un festival de lágrimas que corrían por mi rostro.

Porque me dio la gana: lloré.

En la niñez experimentamos el aprendizaje mediante esta estrategia de repetir las cosas, a medida que crecemos esta forma de aprendizaje nos empieza a parecer absurda y obsoleta, quizás hasta aburrida y afuncional; la verdad es que me atrevo a apostar mi premio nobel a que esta es la causa por la cual ciertas personas van perdiendo la capacidad de aprender y retener.


Si en estos momentos estas pensando que me volví loca y empezaré a teorizar cosas extrañas, entonces detente y pregúntate ¿De qué otra forma aprendes a preparar perfectamente una receta si no es repitiéndola? ¿Cómo logras una escritura perfecta si no es repitiendo en las caligrafías?...eso era solo para poner una idea en tu mente, porque con esto quiero ir más allá, a ¿Cómo podemos llegar a ser quienes queremos ser? aja, la respuesta es repitiendo y practicando, no nos caerán las cualidades del cielo, debemos cultivarlas aunque en estos momentos en el mundo no sea temporada de calidad humana o de mejoría personal, piensa que serás una fruta exótica en temporada de limones, si es que no te basta con el hecho de crecer como persona.

Retoma esta vieja regla de aprendizaje...menos para hacer botellas para clase claro...solo, aplícala a la vida y un día te darás cuenta que no tienes que pensar tanto las cosas para tomar la decisión correcta o actitud correcta frente a ciertas situaciones.

Un montón de abrazos...de esos que tienen un rato guardados.


Ambiciones.
Todo lo que hacemos, desde el momento en que nos levantamos, tiene como único objetivo recoger el producto de nuestras ambiciones. Por supuesto, no todos deseamos lo mismo, ni lo deseamos con la misma pasión, pero algo sí es seguro: todos tenemos que atravesar un camino para conseguir nuestro objetivo.

A veces "la vida" nos facilita las cosas y nos presta un atajo para llegar a nuestra meta, pero en otras ocasiones tenemos que recorrer el camino largo y tropezar con obstáculos que hacen que la jornada sea menos placentera.

Hay dos cosas que pueden pasar cuando tropezamos:
1. Caemos; y dejamos que la decepción se levante sobre nosotros y nos pise hasta hacernos comer polvo. Algunas personas se levantan de nuevo, a veces con muchas dificultades, pero retornan a su camino sin perder de vista sus sueños. Otros, por el contrario, se quedan allí tirados, sufriendo por no haber conseguido su objetivo con la facilidad deseada, cansados, sin esperanza, vacíos.
2. Reaccionamos con el tiempo suficiente para evitar la caída. Y, aunque se pasa un sustito, nuestras esperanzas siguen altas, pero tomamos más precaución para el resto del camino.

Tropezar es una aventura; nos recuerda que nuestras ambiciones no están caminando hacia nosotros, sino que nosotros estamos caminando hacia ellas y que no debemos confiar completamente en el suelo que pisamos, pues puede sorprendernos desagradablemente. Sin embargo, un pequeño tropiezo puede impedir una gran caída.

About this blog

"La razón teme la derrota, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos."
Pablo Coehlo